Escrito por: Hama Natsuko
Ilustrado por: Yokoyama Yohei
Hace mucho, mucho tiempo, había un joven que vivía solitario en una montaña en medio del bosque.
“¡Ah! ¿Será que voy a cortar leña hoy?”
Cuando de repente “chas, chas”, cayó del cielo una cosa blanca.
“¿Eh? ¿una grulla? pobrecita, parece que tiene una flecha incrustada.”
Déjame ver, para ayudarte.
El joven le sacó la flecha a la grulla y le lavó la herida en un arroyo limpio.
Hecho esto, la grulla se recuperó.
“Eso es, ya puedes regresar al cielo.”
El joven lanzó la grulla hacia el cielo y el ave pudo volar con gran vigor.
Cierto día, en la noche “toc, toc, toc”, tocaron la puerta.
“¿Pero quién será en esta noche de nieve? ”
Cuando el joven abrió la puerta, había una hermosísima joven vestida de blanco allí parada que le dijo:
“Déjame ser tu esposa por favor.”
“¿Pero qué estas diciendo?” Se supone que ninguna esposa estaría interesada en vivir en esta casa tan pobre.
“Yo no veo tal pobreza. Por favor, permíteme quedarme.”
El joven tenía la sensación de que aquello se trataba de un sueño, sin embargo le permitió a la joven entrar en la casa.
Luego la joven se convirtió en la esposa del muchacho y llevaban una vida alegre.
Hasta que un día algo sucedió.
“Me voy a ir a tejer a la cabañita de al lado, dijo la esposa; así que te pido, por favor, que mientras yo esté tejiendo por ninguna razón vayas a mirar.”
“Entendido. Te lo prometo. Por ninguna razón voy a mirar.”
“Tráquete, tráquete”, “Tráquete, tráquete”.
Por tres días la esposa no paró de tejer y el joven podía escuchar el sonido de la máquina tejedora. Hasta que…
“¡Adelante! Este es el tejido que elaboré.”
“¡Eh! ¡te has adelgazado mucho y te ves muy cansada!
Pero,¡qué hermoso tejido! Qué bien, iré a venderlo en el mercado del pueblo.”
Ante tanta belleza en el tejido, muchas personas estaban interesadas en comprarlo.
En esas apareció un señor muy bien vestido con un kimono de alta calidad:
“Este tejido quiero dárselo a mi Señor, ¿podrías elaborar otro? Te pagaré lo que me pidas.”
El joven regresó muy alegre a casa.
“Ese tejido será material para el kimono de un gran Señor y parece que quieren comprarnos otra pieza.”
“¿Otro tejido? de acuerdo, pero recuerda que mientras yo esté tejiendo en la cabaña no debes mirar.”
Así, entonces, la esposa se fue a tejer.
Sin embargo, el sonido de la máquina de tejer era muy débil.
“Trá… quete, trá… quete”,“Trá… quete, trá… quete”.
“¿Qué ocurrirá? oigo un sonido débil, muy débil.”
El joven se preocupó y sin poder contener la paciencia, abrió la puerta de la cabaña.
Al hacerlo, vio un ala de grulla.
La esposa era la misma grulla rescatada y con sus propias plumas estaba haciendo el tejido.
“¡Ah, así que eras tú!”
“Sí, yo soy la grulla que ayudaste. Desde ese momento me enamoré de tí, pero ahora que has visto mi verdadera apariencia todo se ha terminado. No puedo quedarme a tu lado, ¡Adiós!”
Y dicho esto, la grulla se lanzó a volar hacia lo más alto del cielo.
おくづけ
「つるのよめさま」スペイン語
文:浜 なつ子
絵:よこやま ようへい
翻訳、朗読:Sol Vélez
音楽:秋山裕和
企画:にほんごの会くれよん
制作:多言語絵本の会RAINBOW
校正協力:遠西啓太
"Vender, refundir y modificar esta obra está prohibido".