Escrito por: Hama Natsuko
Ilustrado por: Yokoyama Yohei
Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, un anciano honesto y su esposa.
Juntos tenían un perro llamado Shiro al que cuidaban como a un hijo.
Cierto día, el perro y el abuelo fueron a la montaña, entonces, ladrando, Shiro dijo: “¡Cava aquí, guau, guau; cava aquí, guau, guau!”
Cuando el abuelo cavó, encontró oro.
El vecino, que era un viejo avaro, apenas supo de esto, le pidió al abuelo honesto que le prestara a Shiro y éste aceptó.
El viejo avaro se alejó con el perro y luego le dijo: “¿Dónde puedo cavar? ¿dónde están los lingotes de oro?”
Cuando el abuelo cavó, ¡Fofff!!!! Un olor apestoso salió de la tierra.
El viejo, muy enojado, golpeó tan fuerte a Shiro en la cabeza que el perro apenas pudo decir “guá!” y sin terminar el chillido murió.
El abuelo honesto y su esposa sembraron un árbol en la tumba de Shiro.
El árbol fue creciendo y con su madera los abuelos hicieron un mortero grande.
En ese mortero hacian Mochi* y el arroz salía del mortero tan constantemente que la cocina estaba llena de arroz por doquier.
Entonces el viejo avaro les pidió prestado el mortero, pero cuando intentó hacer mochi salió una serpiente húmeda y fría.
“¡Ahhhh, qué desagradable!” y diciendo esto el viejo avaro, enojado, quemó el mortero.
“El mortero hecho con un pedazo del árbol que creció sobre Shiro se ha vuelto cenizas”.
Dijo el abuelo honesto, decepcionado.
El abuelo recogió las cenizas y las esparció sobre el árbol bajo el cual estaba la tumba de Shiro, entonces el árbol se llenó de flores por todas partes.
Luego el abuelo honesto se subió a otro árbol que estaba marchito y dijo “¡Que salgan flores, que salgan flores. Árbol marchito, florece!”, al mismo tiempo esparció las cenizas y salieron muchas flores de Durazno y de Cerezo.
En ese momento, pasaba por allí un Señor rico e ilustre que exclamó “Pero qué maravilloso espectáculo”, entonces le dió una recompensa al abuelo honesto.
Al ver esto, el viejo avaro se apresuró a tomar cenizas y se montó a un árbol marchito diciendo, “¡Que salgan flores, que salgan flores. Árbol marchito, florece!”
Pero nada ocurrió.
Entonces el Señor le dijo “Hey, tú. El abuelo que hace florecer los árboles, trata de hacer florecer alguno”. “Eh jeje, eeeso… sí, sí”, (respondió nervioso).
¿No es extraño? ¡No florece ni un poquito!
En esas, las cenizas entraron en los ojos y la nariz del Señor, que protestó: “¡Hey tú, no eres más que un imitador. Agárrenlo!” (ordenó a sus hombres)
Y es así como al final, el viejo avaro fue encerrado en la cárcel.
Fin.
Notas:
Mochi: bola de textura lisa hecha de arroz molido. Se puede comer simple o dulce.
おくづけ
「はなさかじい」スペイン語
文:浜 なつ子
絵:よこやま ようへい
翻訳、朗読:Sol Vélez
音楽:秋山裕和
企画:にほんごの会くれよん
制作:多言語絵本の会RAINBOW
校正協力:遠西啓太
"Vender, refundir y modificar esta obra está prohibido."